Culminación, sublimación del proceso de catarsis total que experimento, me descubro en el feminismo del desapego. Llevamos inscrito en los genes la libertad que se coarta en el momento en que la dependencia se instala en nuestro ser. Despliega todo su mobiliario por todas las partes del cuerpo y del alma, ocupando todos los espacios, físicos y emocionales. La cultura del apego, la cultura del consumo y la seguridad incierta, la cultura del tanto tienes tanto vales, la cultura del "ya que", resulta tan complicado de deconstruir. El desapego material va a completar este proceso que comenzó con la sanación emocional de la independencia lograda, y se muestra ante mí como un mundo de posibilidades nuevas, de vivencias nuevas, de emocionantes turbulencias que demuestran cuán emocionante puede ser cada instante si el desapego es total. Decidida a cambiar de vida, decidida a coger mis bártulos y buscar un nuevo lugar al que trasladarme, el feminismo del desapego me ha proporcionado el último martillo para romper la cadena que me atrapaba: independencia sublime. Lo mejor es que, todo, yo sola.
14:32
.JPG)
Entradas
Solo cabe decir, ¡Suerte!
ResponderEliminar