El cambió comenzó en 2014. Echó a andar y no se detiene, con paso seguro, con firmeza, consciente de que los enemigos y enemigas son poderosas, impías, totalmente viles y abyectas. El muro negro alto de la estupidez humana, que dijo Doris Lessing, ante nosotras. Repugnantes, rastreras, imposibles.
Este fin de semana se ha fraguado un cambio importante, una prueba más de que SÍ SE PUEDE, que la ilusión es más poderosa de lo que pensamos; que la utopía se puede tornar realidad a pesar de que los sueños los quieren pintar con colores de pesadillas terribles que nos acechan. El sueño de que Ada Colau se haya convertido en alcaldesa de Barcelona, no ella solamente, todo un grupo grande, enorme de personas dueñas de sus vidas, de sus cuerpos, de sus pensamientos, arropadas y aupadas por la humanidad que la PAH ha hecho crecer y afianzarse en la ciudadanía. "Tú puedes, y no te vamos a dejar caer.". Pero lo mejor, "Una vez arriba, aquí estamos para que nadie más caiga". La fuerza de la confianza, la fuerza de la unión desinteresada, la fuerza de la gente unida empoderada ante el coloso brutalmente asesino del sistema corrupto al que le hemos dejado manejarnos, confiadas por el velo democrático que nos envolvía, que lo envolvía.
En 2014 el primer paso se dio. Ahora caminamos hacia ese momento en que logremos la soberanía popular. Ese momento en que, sin duda exhaustas por la terrible batalla librada, conseguiremos hacer más historia aún si cabe, y podremos demostrar que nunca hay que tirar la toalla, nunca hay que rendirse. Jamás ponernos los límites allá donde no los hay. Querer es poder, stephenhawkiarnos con ilimitados límites.
¿Fácil? ¿Quién dijo que iba a ser fácil? ¿Quién piensa que ya está todo hecho? Lo más complicado viene ahora, en estos momentos en que el poder establecido y sus tentáculos están comprobando que la sonrisa está cambiando de bando. En los meses que aún queda hasta que lleguemos a las elecciones generales, seremos testigos de todo un despliegue de maldad, mezquindad, manipulación y otras artes asquerosamente sucias en una guerra sin cuartel, a cuerpo descubierto por la ruptura del poder ciudadano. Será cuando nos den más fuerza y convicción de que merece la pena ...
Vuelve la vida, vuelve la emoción, vuelve la confianza, vuelve la esperanza (cada vez que digo, oigo y leo esta palabra, casi que la evito. Con ella me convenzo de la subversión posible de la lengua. Ahora esperanza es casi sinónimo de maldad. Se ha convertido en toda un expresión de endemoniada sensación en nuestro imaginario colectivo. Ha eliminado cualquier connotación positiva en la palabra). Paralelamente, casualmente, no creo en las casualidades, se ha producido, paso a paso, el despertar global de la mano del despertar individual. Los últimos cuatro, cinco años de nuestra historia común política de oscuros tiempos, de manipulaciones, de mentiras, de autoestimas hundidas y denostadas, humillación, vulgaridad de la mano de una historia personal muy pepera. Sí. Acabo de encontrar la manera de describir mi historia de los últimos cuatro o cinco años: la relación pepera que se instaló en mi vida.
¡Qué emoción Ada Colau, qué emoción Manuela Carmena, qué emoción las mujeres haciendo la revolución pacífica, encabezando el cambio, poniendo rostro a los sueños. Qué emoción ...!
12:32
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