“El sexismo como sobrevaloración de
lo masculino y los hombres”
Si la constitución indica que no debe haber discriminación por motivo de sexo, edad, raza, etnia, nacionalidad, preferencia sexual, credo político y religioso, somos iguales en dignidad y derechos. El respeto a la dignidad de la persona comienza por reconocer su existencia, su individualidad.
Si la constitución indica que no debe haber discriminación por motivo de sexo, edad, raza, etnia, nacionalidad, preferencia sexual, credo político y religioso, somos iguales en dignidad y derechos. El respeto a la dignidad de la persona comienza por reconocer su existencia, su individualidad.
Establecer el masculino genérico supone, implica sobrevalorar
lo masculino, a la vez que desvaloriza lo femenino y a las mujeres. Las
desconoce cómo personas. No nombrar a las mujeres en discursos, textos e
ilustraciones que hacen referencia al quehacer humano, a grupos sociales o a la
sociedad, es invisibilizarlas.
“El androcentrismo considera lo
masculino y a los hombres como modelo de lo humano”
¿Por qué es importante el uso del lenguaje
incluyente?
- Por medio del lenguaje expresamos ideas, emociones y sentimientos; sin duda, es un instrumento imprescindible para la comprensión del mundo que rodea a cada persona.
- Para una comunidad es imperativo que sus integrantes conozcan y aprendan su lengua, porque a través de ella cada quien refleja su personalidad y la identidad del grupo al que pertenece.
- La transmisión cultural ocurre principalmente a través del lenguaje oral, las actitudes y los comportamientos. Si se está de acuerdo en que “hablar es hacer y que lo que se hace al hablar es construir el mundo” (Moreno, 2006), se puede comprender mejor la importancia de las interacciones verbales y del lenguaje con el que se transmite, se refuerza o se cuestiona una cultura determinada.
- El lenguaje coadyuva a construir la identidad de género al igual que codifica los valores éticos de la cultura.
La cultura no nos
hace, nosotras hacemos la cultura.(Chimamanda Ngozi)
“El hombre universal no es una
construcción lingüística sino filosófica y política” (Marcel Lagarde) ¿Estamos
conformes con que el lenguaje designa y describe la realidad? Entonces, no es
gratuito ni banal, no es casual que ese reflejo de lo masculino como predominante
y válido, que enmarca y domina cualquier esfera, es un reflejo de las ideas
políticas y sociales predominantes, que son las masculinas.
La supervivencia basada en la fuerza física responde a unos
esquemas prehistóricos y medievales en los que sí era fundamental ser fuerte
físicamente. Las personas físicamente fuertes tenían más probabilidades de ser
líderes (estarán conformes en que no todas las personas hombres son las más
fuerte biológicamente, puesto que hay muchas mujeres que son físicamente más
fuertes que muchos otros hombres). La persona líder en estos tiempos no es la
persona físicamente más fuerte. Ahora será la persona más creativa, más inteligente,
innovadora, y no hay hormonas para esos atributos. Un hombre tiene la misma
probabilidad que una mujer de ser inteligente, de ser creativa e innovadora.
Hemos evolucionado, pero en nuestras ideas de género ha habido poca evolución.
Entre otras cosas porque al sistema capitalista el patriarcado le favorece y le
hace bien (mantener un sistema gratuito de sostenimiento de ese sistema de
producción y consumo, que precisa de un sistema de cuidados y protección que se
la atribuyen por género, a un sector de la población: al 50%, las mujeres).
“Eliminar las desigualdades y las
exclusiones discursivas es instaurar un modo de nombrar con justicia y
precisión en femenino y masculino, que represente a mujeres y hombres de manera
ecuánime, rigurosa y veraz.”
Acciones positivas que intentan corregir las desigualdades
históricas. Se trata de una cuestión de justicia universal en la que las
mujeres pasan a ser visibles, existir.
En otros tiempos, las mujeres tenían
vedado el acceso a muchas profesiones y determinados oficios, por lo que podría
explicarse porque éstos se denominan sólo en masculino. Por ejemplo, cuando
tuvieron prohibido el acceso a la educación universitaria no pudieron ejercer
las profesiones cualificadas: medicina, arquitectura, abogacía, la industria
pesada, la minería, etc., teniendo acceso hasta hace pocas décadas. En los años
setenta y ochenta en España, un hecho marcó precedente cuando desde la
Confederación Sindical de Comisiones Obrera, se protagonizó una lucha crucial
por defender el derecho de las mujeres a “todos los trabajos”, incluidos los
masculinizados, denunciando una normativa que, bajo la apariencia de
“proteccionista”, prohibía a las mujeres el desempeño de algunos trabajos, como
los de las minas. Una sentencia del Tribunal Constitucional en 1993 amparó el
derecho de las mujeres a trabajar en el interior de las minas.
La construcción androcéntrica de muchas profesiones responde
a la discriminación por cuestión de sexo que sufrían las mujeres al no
permitírsele el acceso al ejercicio de la gran mayoría de profesiones y
estudios relacionados con dichas profesiones. Es por ello, que en este caso, el
lenguaje refleja la realidad social discriminatoria que se ponía en práctica.
¿Es lícito pues modificar esas normas lingüísticas discriminatorias si ya no
existen esos impedimentos sociales que sustentan el sexismo laboral en términos
de igualdad de oportunidades para acceder al desempeño y ejercicio de una
profesión? Otra cuestión, es seguir discriminando a las personas mujeres, aún
ejerciendo libremente una profesión, en lo referente al salario percibido por
igual trabajo. ¿En qué se basa la desigualdad salarial?
Si socialmente nos hemos posicionado
a favor de la igualdad entre mujeres y hombres, ¿Por qué seguimos utilizando un
lenguaje sexista?
1. Porque no le dan importancia a esta cuestión;
2. Porque creen que así se habla o se escribe correctamente, como
determina la gramática;
3. Porque así se ha hablado siempre y siempre nos hemos entendido;
4. Porque estiman que antes de dar solución a este tema habría que
solucionar otros y por tanto, se posterga indefinidamente;
5. Porque piensan que con un lenguaje discriminatorio se van a detectar
con más claridad las discriminaciones que afectan a las mujeres;
6. Porque la Real Academia Española (RAE) lo critica y es la autoridad en
la materia (piensan);
7. Porque se hace muy pesado estar continuamente utilizando
las barras, la arroba o los desdoblamientos… (si no es lo mismo un
hombre que una mujer, no es redundante; si no es lo mismo una niña que un niño,
no es redundante; si no es lo mismo un gato que una gata, no es redundante; si
no es lo mismo un abogado que una abogada, no es redundante; si no es lo mismo
un profesor que una profesora, no es redundante. Es claramente informativo)
“Genera una identidad invisible en las niñas y mujeres,
quienes, excluidas del lenguaje, carecen de modelos verbales con los que
identificarse.”
El modelo con que identificarse de
una niña, ¿cuál es? Mariano Rajoy? O ¿Soraya Sáez de Santamaría? Si únicamente
mostramos modelos masculinos, incluso en la forma de hablar, una niña negra
jamás pensará que se puede identificar con Will Smith , mientras que sí lo hará
con Beyoncé. Una niña en España jamás pensará que puede ser presidenta si no la
nombramos y no damos ejemplos de su existencia en una figura como Ada Colau,
Manuela Carmena, Teresa Rodríguez y otras tantas mujeres.
Recomendación:
En general, antes de hablar o escribir, detente un momento y piensa: ¿Se
expresaría de forma similar si se tratara de alguien del sexo contrario?
¿Quedará la mujer trivializada, estereotipada o excluida por mis palabras? En
tal caso, cámbialas.
Ejemplo
claro: Ada Colau es una mandona. Si se trata de describir y hablar de esas
cualidades en un hombre, ¿diríamos que es un mandón o más bien hablaremos de
todo un líder? ¿Qué implica para la persona oyente el adjetivo “mandona”? ¿Qué
implica “líder”? ¿Te ha generado imágenes mentales diferentes? ¿Te ha
transmitido valores e ideas opuestas, distintas, incluso alguna denigratoria y
la otra superior? Entonces estamos ante un uso sexista de la lengua.
Las personas
feministas, que son también muchas personas hombres, no estamos a favor de
entorpecer la comunicación, más bien al contrario, de enriquecerla, al igual
que una sociedad se enriquece con el respecto de la individualidad de todas y
cada una de nosotras, personas, que no
es otra cosa que enriquecimiento colectivo.
Nota: en cursiva, las notas que he tomado del manual. El resto son apuntes y reflexiones mías.
Nota: en cursiva, las notas que he tomado del manual. El resto son apuntes y reflexiones mías.
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